Cuando se habla de desarrollo sostenible hay que considerar las conexiones entre aspectos como el medio ambiente, cuestiones laborales o la lucha contra la corrupción, temas sobre los que se agrupan los 10 principios del Pacto Mundial.
El Pacto Mundial es una iniciativa global puesta en marcha en el año 2000 y asociada a las Naciones Unidas, que focaliza sus objetivos sobre las estrategias y actividades de negocio de las empresas y otras organizaciones.
Fuente: Red Española del Pacto Mundial
El desarrollo sostenible es el desarrollo capaz de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
Tras la Cumbre de Desarrollo Sostenible de 2015, se le otorgó la responsabilidad al Pacto Mundial de sensibilizar y ayudar a las empresas a contribuir a la nueva Agenda 2030, señalando de esta forma a las empresas como agentes clave de desarrollo (al mismo nivel que los estados y la sociedad civil). La Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible fue aprobada el 25 de Septiembre del 2015, bajo el amparo de Naciones Unidas, como una de las iniciativas más importantes dentro de sus líneas de actuación, y representando un nuevo y ambicioso plan para responder a las tendencias y a los retos mundiales.
Dicha agenda constituye un plan de acción mediante una alianza colaborativa entre las instituciones europeas, los estados miembros y los interlocutores sociales, para conseguir la erradicación de la pobreza en su sentido más profundo, como requisito indispensable para conseguir un verdadero desarrollo, donde la sostenibilidad y la resiliencia suponen dos pilares fundamentales en esta reconstrucción del mundo.
Se desarrolla un plan de acción para las personas, el planeta y la prosperidad, con el objetivo general de fortalecer la paz universal y reconoce la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones como el mayor desafío mundial, un requisito indispensable para el desarrollo sostenible.
Fuente: Bureau Veritas Formación
El núcleo de la Agenda 2030 son los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las 169 metas vinculadas, que se extenderán hasta 2030. La elaboración de los mismos se fundamentó en un sistema de consultas públicas, de interrelación con la sociedad civil y en un proceso de negociaciones entre los países.
Uno de los objetivos metodológicos de la Agenda 2030 se centra en el trabajo conjunto de todos los países en desafíos compartidos. Por primera vez, los ODS son tratados como objetivos universalmente aplicables.
Aunque la Agenda 2030 implica un compromiso común y universal, se acepta y se defiende la soberanía plena de los Estados sobre su riqueza, recursos y actividad económica. Reconociendo, de tal forma, la existencia en cada país de diferentes enfoques, visiones y herramientas, los cuales varían en función de sus prioridades y circunstancias. Diferencias que se cobijan bajo la idea de que el planeta tierra y sus ecosistemas son un hogar común.
Los ODS reconocen y defienden la necesidad de desarrollar unas estrategias que favorezcan el crecimiento económico y que aborden una serie de necesidades sociales, entre las que cabe señalar la educación, la salud, la protección social y las oportunidades de empleo, a la vez que se mantiene la lucha contra el cambio climático y se promueve la protección del medio ambiente, para poner fin a la pobreza. Sus características radican en:
Fuente: Bureau Veritas Formación
Características fundamentales de los ODS
La interrelación entre todos los ODS determina en gran medida la transversalidad de esta materia. La visión integradora, multidimensional y universal de los ODS debe analizar las peculiaridades del sistema para que produzca un auténtico desarrollo, no crecimiento. Diferenciando el crecimiento económico como un aumento en el ingreso nacional real/producción nacional; mientras que el desarrollo económico se centra en la mejora de la calidad y el nivel de vida.
Cada vez el éxito empresarial está más unido al impulso del desarrollo sostenible. El sector privado va siendo consciente del papel fundamental que debe jugar en la consecución de la Agenda 2030 a través de los ODS. Para avanzar se debe evolucionar en el entendimiento de que es tan importante el éxito empresarial como el compromiso con el desarrollo sostenible. Una medida para ello es incorporar los ODS a las estrategias de Responsabilidad Social Corporativa, propiciando la noción de que un propósito sea visto como una forma de mejorar la visibilidad y diferenciarse de la competencia.
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Artículo escrito y publicado en Puentes Digitales
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